Los estudios longitudinales en el Trabajo Social Sanitario

17 agosto, 2013

¿Cómo evolucionan las poblaciones a las cuales estamos atendiendo? ¿Qué realidades  incrementan su frecuencia y qué realidades la disminuyen? ¿Qué tendencia sigue la demanda de las personas enfermas atendidas? ¿Y la de sus familias? ¿Y la de los médicos y enfermeras que les atienden? ¿Qué servicios estamos prestando y cuáles se demuestran más eficaces? ¿Qué actividades estamos realizando que no se traducen en salud y bienestar?

La aplicación de procedimientos o protocolos, según cada caso, siguiendo la misma metodología a través del tiempo permite diseñar estudios longitudinales tomando como punto de apoyo la realidad de las diferentes áreas sanitarias.

Uno de los puntos fuertes del trabajo social sanitario es su propia naturaleza que vincula la enfermedad de la persona enferma a su entorno y medio ambiente. Ello sin duda, dentro de un sistema de información adecuado, resulta una potente herramienta de planificación de servicios y programas de acuerdo a la realidad de las personas.

De la misma manera que para saber el tiempo que tenemos, lo más seguro es mirar por la ventana y asumir el sol o la lluvia, o las nubes, o el viento, que acudir a la previsión meteorológica del día anterior, para saber las necesidades de la comunidad o del área sanitaria en la cual estamos ejerciendo, siempre que la intervención se dé de forma sistemática dentro de procedimientos o protocolos, lo más seguro es analizar los datos recogidos en el sistema de información y no acudir a la previsión de años atrás.

Los servicios de trabajo social sanitario cuentan en su haber el cómo se combina lo físico, lo orgánico de la persona con lo social, con lo psicosocial y ello no puede pasar desapercibido a los responsables que muchas veces promueven decisiones más fruto de sus ideologías particulares, de lo que les parece, olvidando que son responsables de todo, que no en base a una argumentación desarrollada sobre el método científico. La salud, el bienestar, además de buenas decisiones políticas, necesitan argumentos técnicos.

Por ello, los estudios longitudinales en donde se comparan poblaciones a lo largo de periodos de tiempo deben empezar a formar parte del quehacer diario de los servicios de trabajo social sanitario. Con dichos estudios longitudinales, las propuestas, se verán reforzadas con el empirismo y valores cuantitativos. Los trabajadores sociales sanitarios debemos ser capaces de transformar en números todo aquello que durante años hemos explicado con palabras. Todo puede quedar plasmado en un gráfico. Cuando afirmamos que tal o cual programa, mejora la calidad de vida de las personas atendidas, de sus familias, debemos ser capaces de aportar los valores numéricos que así lo ratifiquen.

Sin duda el Máster Universitario de Trabajo Social Sanitario abre todo un horizonte a la investigación, a la colaboración con establecimientos sanitarios y con las autoridades políticas, para estudiar desde el trabajo social sanitario, tanto las características de las personas atendidas, las de sus familias como la presencia de determinados realidades en sus vidas y entornos. Sin duda el Máster Universitario de Trabajo Social Sanitario nos sitúa en un lugar de privilegio para empezar a desarrollar estudios de carácter longitudinal que nos ayuden a liderar la puesta en marcha de nuevos programas cuyas fórmulas respondan a las nuevas realidades, para ser la mano derecha de las gerencias que van más allá de la actividad médica o de enfermería, para ser consultores de los políticos que creen en lo que hacen y se ven como agentes de mejora de la sociedad a la cual sirven.

Barcelona, 17 de agosto de 2013 – Dolors Colom Masfret

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Autor / Autora
Dolors Colom Masfret
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