El Master Universitario de Trabajo Social Sanitario late en la Jornada «Alumni Canarias» en pro de la donación de órganos

6 junio, 2014

A Sandra Delgado, Salvador Domínguez, Juan Gutiérrez, Isaac Hernández, Auxiliadora Noda, Delia Pestana, Virginia Romero, Esther Ropón, Lucía Suárez y, por supuesto, a Josep A. Planell y Josep Mª Oliveres

Algo que llamó mi atención al finalizar la primera promoción del Postgrado de Trabajo Social Sanitario (2009-2010) fue la añoranza que mostraban las alumnas viendo próximo el final de curso. Ese final de curso significaba que todo un año de contacto con el conocimiento pero también lleno complicidades y vivencias personales de todo tipo quedaban atrapadas, como suele decirse coloquialmente «en las marmitas del tiempo». Fue tal la desazón que la proximidad del final del curso generó que solicité a la UOC, a los gestores del aula que crearan una aula que denominaríamos «aula de tés virtuales». Se trataba de un espacio en donde emulando las aulas de estudio nos encontraríamos para compartir eventos, inquietudes, enfados, alegrías y toda la cadena de realidades que sin duda el trabajo social sanitario está generando estos últimos años… en fin se trataba de dar una continuidad a los afectos personales que sin duda la formación había generado.

Empezó la segunda promoción y al llegar de nuevo el final del curso se creó la misma desazón entre las alumnas  pero el «aula de tés virtuales» estaba allí. Y cómo no, llegó la tercera promoción y la cuarta, sucediendo lo mismo. Y siempre el final de cada curso venía regado por esa sensación de que se acababa un tiempo vivido con toda la intensidad, virtuosismo y nobleza cerca e inmersos en el conocimiento.

Deduzco que es en este sentimiento de haber estado, de haber vivido y haberse sentido parte activa de los cursos y del aula que se apoya «Alummi» de la UOC.

El pasado sábado del 10 de mayo, en el antiguo convento de Santo Domingo de la Laguna, una regia edificación en piedra del siglo XVI, tuvo lugar un nuevo encuentro de Alumni de Canarias. Agradezco su invitación a hablarles del «Master Universitario de Trabajo Social sanitario» de momento el único no solo en España, en el Mundo. Una unicidad que como les señalé a los asistentes,  imprime en todos quienes de una u otra manera estamos vinculados a él, una responsabilidad en la generación de conocimiento pero sobre todo en su aplicación. Si hablamos de trabajo social sanitario el ejercicio debe ir acorde a lo que disciplina implica y no a otra cosa parecida. Ya saben el refrán: «si alguien corre como un pato, grazna como un pato y vuela como un pato… es que es un pato. Pero si alguien corre como un pato, grazna como una cigüeña y vuela como un pájaro carpintero… pues… caemos sumidos en la confusión».

No puedo dejar pasar una línea más sin expresar ese suave placer que mariposea en la boca del estómago y casi gatea hacia la garganta, cuando el docente se encuentra con el dicente que ha aprendido y asumido, como si de una carrera de relevos se tratara, la responsabilidad que implica haber estudiado y ser por ello el depositario de determinados conocimientos.

Dice otro refrán que «el movimiento se demuestra andando». Podemos añadir que el movimiento psíquico se demuestra cambiando, actuando, haciendo. La acción siempre cabalga sobre la flecha del tiempo, no se puede retroceder, ni siquiera detener. Cuando la acción se desata, ocurre, por ejemplo, que una mañana brillante sábado de mayo un equipo de personas, Alumni de la Islas Canarias de la UOC, logran reunir a muchas personas alrededor de un mismo asunto: «La donación y el trasplante de órganos».

Se suceden las exposiciones en ese espacio ancestral lleno de memoria. Y al final de la mañana después de las diferentes exposiciones retóricas y teóricas todos enmudecemos. Se nos anuda la garganta cuando cinco personas nos cuentan su experiencia, su espera, su nueva vida, su existir en sí mismos y con los seres queridos, su otra vida. Todo lo dicho, se encarna en estos testimonios que no necesitaron ni demasiado tiempo ni demasiadas palabras para dejarnos sin habla, para ponernos delante de la vida, la que sucede y, hacernos amar más nuestra profesión, el trabajo social sanitario, porque sin duda, éste se da allí donde las cosas ocurren o se hace que ocurran.

Y el colofón a esta mañana preñada de acontecimientos, devolviéndonos la esperanza y el latir de la vida hecha acción, la vida hecha generosidad entre personas, lo columbraron, Esther Ropón al piano y Javier Rodríguez en percusión.

En esta jornada, Alumni de Canarias, el rumor se convirtió en voz, la brisa se transformó en acción, todo ello en ese paraíso natural que es Tenerife.

Barcelona, 6 de junio de 2014 – Dolors Colom Masfret

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Autor / Autora
Dolors Colom Masfret
Comentarios
MliaRopones16 octubre, 2014 a las 18:25

Uno de los actos más nobles que puede haber sin duda en la donación de organos después de la muerte

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