El trabajo social sanitario de empresa en el sistema sanitario: una línea de intervención profesional para profesionales

14 diciembre, 2016

Profesionales cuidando de profesionales. Esta es la línea de acción de los trabajadores sociales sanitarios de empresa dentro del sistema sanitario, una línea de intervención poco desarrollada y menos considerada. En este caso la excepción confirmaría la regla.

Hace algunos años, si no falla la memoria a primeros de los noventa del siglo pasado, la compañía SAS (Scandinavian Airlines System) tenía una publicidad con un eslogan que venía a decir algo así como que transportaba a personas de un lugar a otro y no se limitaba a hacer volar aviones. El cambio del enfoque era innovador por lo obvio del mensaje pues en lo primero que uno piensa cuando habla de una compañía aérea suele ser en los aviones.

Ese giro, por otro lado obvio pero que se debía recordar, se materializaba en un entorno social en el que las personas cobraban protagonismo en todas las organizaciones. Las personas eran el motor, el capital humano e intelectual, el centro del sistema, por supuesto el sanitario, todo, se decía, debía girar alrededor de las personas y su entorno. Ciertamente las personas son las que permiten desarrollar los proyectos y las personas son las que los destruyen o arruinan. Un buen proyecto en manos adustas o desaprensivas descarrilará seguro, resistirá un tiempo quizás por la inercia inicial, pero su horizonte es poco prometedor. Al contrario, un proyecto imperfecto en manos tenaces y cuidadosas se encarrilará pudiendo incluso brillar y, desarrollarse con el tiempo.

En el presente se percibe una tendencia a desdibujar a la persona, a reducirla a una casualidad, un ente que podría no estar y si está, de facto, es más convidado de piedra que nada más. La retórica ensalza a la persona pero muchos actos la dejan de lado. Craso error a juicio de quien escribe porque esa tendencia a dejar fuera a las personas con relación a aquello que les afecta, va devaluando el pensamiento individual y crítico, las desmotiva y les roba la autoestima.

Las personas relacionadas con el sistema sanitario, en sus diferentes roles, como pacientes, usuarios, familias, son siempre y deben seguir siendo el centro de gravedad sobre el que pivota el trabajo social sanitario. También el colectivo de profesionales sobre todo asistenciales que atienden a las personas enfermas o en riesgo de enfermar.

Ahora bien, el profesional, pertenezca al colectivo que pertenezca, a veces necesita ayuda porque como persona que es, sus esferas vitales pueden verse afectadas por acontecimientos vitales que interfieren en sus competencias y merman sus habilidades.  ¿Quién mejor que un trabajador social sanitario para prestar servicios de apoyo y ayuda a los profesionales del sistema sanitario sean cuales sean sus dificultades?

Cada profesión lleva en sus mimbres principios y valores que son su ADN, aquello que la hace inconfundible y le da entidad. El trabajo social sanitario nace por un principio de dinámica social que apuesta por ayudar a las personas enfermas a ayudarse, también a sus familias, todo para que la enfermedad no sea motivo de marginación. Siendo la salud un bien tan preciado ¿cómo reforzamos los aspectos psicosociales de los profesionales asistenciales para que su práctica profesional sea la mejor y sirva para ayudar a las personas?

¿Quién se ocupa de los profesionales asistenciales? ¿Quién les ayuda en sus dificultades personales? Seguro que las tienen. ¿Quién ayuda al médico cuyo padre sufre un principio de Alzheimer y se encuentra con los mismos vacíos asistenciales que cualquier otra persona? ¿Quién ayuda al médico que sufre una adicción a los tranquilizantes y sus relaciones familiares se ven altamente afectadas? ¿Quién ayuda a esta enfermera que con sus años de experiencia y conocimiento se ve desbordada por una madre que la manipula y culpabiliza por seguir ejerciendo su profesión? ¿Quién ayuda a esa auxiliar de clínica que acaba de ser madre y sufre por el bebé que debe dejar al cuidado de una tercera persona? El bienestar de los profesionales es esencial para que sus servicios satisfagan las necesidades de las personas a las que atienden.

El sistema sanitario debe velar por el bienestar, salud mental y física, de los profesionales a quienes encarga la atención a las personas enfermas. Un profesional agobiado por problemas personales, familiares, relacionales, económicos se irá desgastando viéndose afectada con seguridad, su actividad asistencial. Ello pone en riesgo a las personas atendidas.

El sistema sanitario tiene en los trabajadores sociales sanitarios un excelente recurso interno para ayudar a los profesionales a resolver sus problemas, sean de la índole que sean, por ello, el trabajador social sanitario de empresa es una figura a potenciar dentro de los equipos médicos de empresa. Nuevas necesidades, nuevos problemas, nuevas respuestas de la mano de nuevos expertos.

Barcelona, 14 de diciembre de 2016 – Dolors Colom Masfret

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Autor / Autora
Dolors Colom Masfret
Comentarios
Bianca Beltrán15 diciembre, 2016 a las 23:19

El colegio de médicos de Barcelona tiene una unidad de trabajo social para sus colegiados, por ejemplo.
Cuant@s de nosotr@s hemos atendido a compañer@s para resolver las preguntas que aparecen en este post? Muchas. Las empresas grandes han tenido servicio de trabajo social de empresa. Quizás deberían volver a reconsiderarlo y las sanitarias incorporarlo.

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    treballsocialsanitari21 diciembre, 2016 a las 20:42

    Gracias Bianca, sí efectivamente el trabajo social de empresa hace muchos años que existe, por ello el post se refiere a implementarlo en las empresas sanitarias, hospitales centros de salud. Sé que algunos hospitales grandes lo tienen pero es una excepción y son muchos los profesionales sanitarios que presentan problemas de toda índole y desde el trabajo social sanitario se podría hacer mucho por ellos.
    Felices Fiestas.
    Dolors

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